¿Qué es la autoestima?
La autoestima tiene que ver con la forma en la que nos valoramos o queremos a nosotros mismos. Se diferencia del autoconcepto que éste último engloba las creencias e ideas que tenemos sobre nosotros. Podemos tener un autoconcepto negativo de nosotros mismo en algún aspecto, pero aun así aceptarnos y querernos a pesar de ello.
Así, la autoestima está relacionada con el aprecio o la consideración que tenemos hacia nosotros mismos. Estos sentimientos pueden ser de confianza, de amor y de aprecio, o por el contrario de desconfianza, odio y autorrechazo.
La persona con baja autoestima tiende a compararse con los demás, a menudo exaltando las cualidades de otros y menospreciando las suyas. Además, le cuesta validar sus propios éxitos a no ser que haya otra persona que se los reconozca.
Es frecuente que las personas con baja autoestima se involucren en relaciones de pareja o amistad dañinas, ya que no creen merecer el amor que tampoco se dan a sí mismas. Les cuesta poner límites, defender su opinión, decir que no, pedir ayuda y ser auténticos entendiendo que no pueden gustar a todo el mundo.
Por otro lado, por esa sensación de inseguridad, falta de confianza y poca valía, les resulta difícil tomar decisiones. Es frecuente que necesiten la aprobación y validación constante de los demás para poder dar pasos hacia delante.
También es habitual que no se permitan el disfrute ni el placer y por ello tienda a autocastigarse y a priorizar otras cosas antes que a sí mismo, dejando sus necesidades en último lugar y por lo tanto, insatisfechas.
El proceso de construcción de la autoestima dura toda la vida y, aunque tiende a ser estable, se va modificando en función de las experiencias y vivencias que vamos experimentando. En este sentido, una crisis personal puede ser una oportunidad de crecimiento y mejora de la autoestima, si se afronta adecuadamente.
Trabajar la autoestima es importante para tener una vida plena, sana y para conseguir nuestras metas y objetivos. Con una autoestima sana nos creeremos capaces y merecedores, lo que nos pone en movimiento hacia lo que queremos conseguir. También es esencial para relacionarnos con los demás de una manera equilibrada, con autonomía e independencia, siendo capaz de cubrir por nosotros mismos muchas de nuestras necesidades.
Para mejorar la autoestima normalmente es necesaria una psicoterapia profunda, en la que se comprendan los orígenes de la baja autoestima, se amplíe el autoconocimiento y se vayan desarrollando y adquiriendo nuevas conductas, pensamientos y actitudes.