CONTROL DE IMPULSOS Y REGULACIÓN DEL ENFADO

¿Qué entendemos por un problema en la regulación del enfado?

La ira o el enfado es un estado emocional que varía desde la irritación hasta la furia descontrolada. La persona que experimenta esta emoción de manera intensa y desproporcionada a menudo no tiene en cuenta las consecuencias de sus actos, apareciendo tras ellos un sentimiento de culpa por no haber sabido controlar sus impulsos y regular el nivel del enfado.

En ocasiones las consecuencias de una mala gestión del enfado se extienden más allá del momento explosivo, afectando no sólo a la persona que lo vive sino también a su entorno, lo que puede derivar en la pérdida de pareja, empleo, alejamiento de amistades y finalmente en una situación de aislamiento.

¿Cómo se manifiesta?

El detonante de la ira o el enfado puede ser algo real o imaginado. La persona que lo sufre estalla ante un acontecimiento que le resulta frustrante o ante cualquier contrariedad (una palabra inadecuada, un tono de voz, una mirada, un obstáculo en su camino, una música más alta de lo esperado…). Durante el episodio explosivo la persona experimenta síntomas como agresividad verbal, violencia física, palpitaciones, pensamiento acelerado, sudoración, enrojecimiento e incapacidad para controlarse y pensar con claridad.

Tras el episodio y una vez que la persona ha conseguido volver a un estado de calma, suele mostrarse arrepentida del daño, aunque en ocasiones no lo exteriorice, y experimenta un profundo sentimiento de culpa y de que, aunque no lo desee, es probable que vuelva a ocurrir.

¿En qué consiste el tratamiento?

La terapia va dirigida a controlar los efectos del enfado y de la ira, minimizando así su impacto en la vida del paciente y en la de los que le rodean. Se busca reducir el número de episodios así como la intensidad de los mismos, identificando las situaciones o comportamientos que pueden provocar una respuesta agresiva, y aprendiendo a controlar las respuestas inapropiadas. Para ellos utilizamos técnicas como la relajación, la reestructuración del pensamiento o la interpretación que hacemos de los acontecimientos, el focusing y el entrenamiento en habilidades de comunicación y de resolución de problemas.