Los síntomas más habituales son: baja autoestima, dificultades en comunicar necesidades o emociones de forma asertiva, ansiedad, bajo estado de ánimo, dificultad en la toma de decisiones sin la aprobación de otros, sentimiento de inseguridad, dificultad para hacer las cosas por uno mismo, temor a dar su opinión y a experimentar rechazo, incomodidad y sensación de vacío ante la soledad, permanecer en relaciones poco gratificantes y dejar normalmente a un lado las necesidades propias o preferencias a favor de las de los demás.