Las alteraciones del estado del ánimo pueden generarnos muchos problemas con nosotros mismos y con los demás. Pueden ir desde sentirnos tristes, apáticos o pasivos, vacíos o irritables, hasta un estado de afectación más profundo, lo que se conoce como una depresión mayor.
Cuando nuestro estado de ánimo está deprimido vemos el pasado, el presente y el futuro con desesperanza y desilusión. Esto nos puede llevar a un estado de indefensión en el que nos cuesta encontrar la motivación para seguir adelante con nuestro día a día. La consecuencia ante esta situación es el sufrimiento de la persona y un acusado malestar, que termina afectando a distintas áreas de su vida (familiar, social, académico, laboral…)