La psicoterapia tiene entre sus objetivos la promoción del bienestar, la salud, la calidad de vida y la plenitud de desarrollo de las personas tanto en el ámbito individual como grupal.
Las terapias psicológicas van dirigidas a hacer desaparecer o minimizar el malestar por el que la persona acude a consulta, reestableciendo un nivel de funcionamiento normal en su vida y en las relaciones con los demás. El objetivo principal es por tanto la liberación del sufrimiento y su transformación en un mayor bienestar.
Nuestro enfoque terapéutico sienta sus bases en la psicología cognitivo-conductual y en la terapia breve estratégica. Estas modalidades de terapia son las más reconocidas y recomendadas por los principales organismos internacionales, tanto por sus orientaciones científicas, como por la eficacia de sus resultados. Se basan en la intervención en actitudes, creencias, pensamientos, emociones, patrones de conducta y estilos de relaciones interpersonales que son origen y causa del sufrimiento.
Como especialistas en psicología clínica, nos ocupamos de la evaluación, diagnóstico y tratamiento de los problemas psicológicos en todas sus manifestaciones. Acompañamos a la persona para que identifique los procesos mentales y las conductas que le producen sufrimiento, y para que entienda cuáles son los mecanismos por los que éstos se mantienen. Una vez identificados, entrenamos en las técnicas, habilidades y estrategias con las que modificarlos.
Pero además de la perspectiva cognitivo-conductual, complementamos nuestra intervención con otro tipo de terapias que han ido ganando amplia aceptación entre los profesionales de la psicología y de la salud, como son las Terapias de Tercera Generación, de Aceptación y Compromiso, Mindfullness y Terapia Estratégica Breve, entre otras.
Tanto la psicoterapia como el coaching buscan mejorar la calidad de vida de la persona que acude a consulta. Sin embargo, así como la psicoterapia se centra en un proceso de recuperación y de reducción del sufrimiento ante un malestar significativo, el coaching está orientado a la mejora de distintas áreas de la persona.
Es un proceso de aprendizaje, exploración y toma de conciencia de nuevas creencias, metas y objetivos, así como de las fortalezas y debilidades con las que cuenta la persona para alcanzarlos. Entre sus objetivos está el aumentar el nivel de consciencia acerca de lo que hacemos, de por qué lo hacemos y de para qué lo hacemos, consiguiendo una capacidad de acción diferente.
Es muy útil en momentos de bloqueo en los que la persona no sabe bien hacia dónde tirar. Mediante un proceso de coaching la persona irá aclarando sus dudas, asumiendo responsabilidad y construyendo la autoconfianza necesaria para pasar de donde está ahora, a donde desea estar.
Tanto la asistencia psicológica como el coaching tienen lugar en el marco de una relación de confidencialidad y respeto en la que la persona que recibe la ayuda o acompañamiento no es un paciente en sentido médico, sino un agente activo en el proceso cuya colaboración e implicación influye de manera determinante en el éxito de la intervención o tratamiento.